¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?

El nearshoring es una estrategia en la que una empresa mueve su producción o parte de esta para estar más cerca del consumidor final. Para México esto no es nuevo, inició en la década de los 80s, en 1994 gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte comenzó una mayor integración económica entre México y Estados Unidos.

Sin embargo, fue la pandemia al provocar estragos en las cadenas de suministros de muchas compañías, la que aceleró que voltearan a ver a México y decidieran establecerse en el país. El nearshoring trae de la mano el tema de la logística y la transportación, los cuales se vuelven un elemento clave para que este sea exitoso.

Actualmente la transportación de bienes requiere contar con una carta porte. Este documento fue creado en 1993. Surgió como el título legal del contrato entre el emisor de la misma y la empresa. Su contenido es el que rige las condiciones bajo las cuales se transportan los bienes. Sin embargo, se convirtió en un documento que podía ser utilizado varias veces para distintos fletes, lo cual facilitaba el contrabando.

A partir de 2021 surge el Complemento Carta Porte (CCP), el cual consiste en una serie de datos que se incorpora al Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI). Incluye todo lo necesario para tener identificado el qué, cómo, cuándo, dónde, de los bienes que se transportan.

En un mundo utópico, esto es una maravilla, ya que diferentes autoridades cuentan con la información necesaria para validar, entre otras cosas, que la mercancía transportada sea de procedencia lícita y, en caso de duda o contingencia, tengan identificadas a las partes involucradas y responsables de la carga.

Pero en el mundo real, en muchas ocasiones es un gran dolor de cabeza ya que de acuerdo al diseño y el funcionamiento del CCP, para llegar del punto “A” al punto “B” se sigue una línea recta con un conjunto de hechos que se van a presentar de forma cronológica; lo cual en la realidad no siempre es así. Simplemente porque la vida pasa. Se enferma el chofer, sufre una avería mecánica el medio de transporte, durante el trayecto solicitan transportar un bien que no estaba contemplado, etc.

Quizás, estimado lector, esté pensando que las situaciones descritas son extraordinarias y que el CCP en situaciones ordinarias no presenta complicación, desafortunadamente esto no es así. Le explico la situación, imaginemos que el CCP es un nuevo emprendimiento de la autoridad fiscal y como tal en mayo 2021 libera su producto mínimo viable (PMV), una versión que de antemano se sabe es deficiente, pero cuyo objetivo es conocer las necesidades del mercado e ir realizando iteraciones que permitan mejorarlo hasta llegar a un “product market fit”, es decir, encontrar el producto que sea atractivo y satisfaga las necesidades del mercado. En otras palabras, lograr un CCP que se adapte a la operación de los usuarios de la misma y que a la vez permita regular y fiscalizar las operaciones de traslado de bienes.

Hoy en día, después de más de 2 años la autoridad no ha llegado al “product market fit”, prueba de lo anterior es que cada vez crece el número de preguntas frecuentes que se pone a disposición de los contribuyentes. Cuando los casos concretos no están claros o no están contemplados en las disposiciones relacionadas a CCP, el contribuyente acude a la autoridad para que le explique cómo manejarlo. Así es como surgen las preguntas frecuentes.

Lo anterior trae como consecuencia que la autoridad “legisle” a través de preguntas frecuentes. Sin embargo, eso no es lo peor, hay situaciones donde las disposiciones fiscales dicen una cosa y las preguntas frecuentes dicen otra cosa diferente.

El 28 de agosto pasado la autoridad fiscal publicó un comunicado donde menciona que el CCP busca fortalecer el comercio formal, combatir el contrabando, verificar las operaciones y acreditar la legal estancia o tenencia de los bienes. Asimismo, da a conocer el número de CFDI con CCP que se han emitido. Sin embargo, ¿el número de CFDI emitidos es un indicador válido y útil para cerciorarse que se esté cumpliendo el objetivo definido por el SAT? Quizás las preguntas pertinentes serían: ¿cuántos CCP se emiten de forma correcta?, ¿cuántos contribuyentes emisores de CCP lo dominan?, ¿qué casos particulares representan un reto plasmarse en el CCP?

Es necesario que la autoridad comprenda los modelos de negocio relacionados con la industria del transporte, los cuales han cambiado como consecuencia del nearshoring. Lo anterior le permitirá definir con mayor claridad y certeza las reglas del juego del CCP.

De no hacerlo perderemos todos; la autoridad no va a obtener la información que requiere para cumplir con sus objetivos y los contribuyentes no tendrán la certeza de estar expidiendo el CCP de forma correcta, por lo que estarán expuestos a sanciones con repercusiones que van desde lo operativo hasta lo financiero.

Imagínese que México es Checo Pérez, nearshoring es Red Bull y el CCP es la parada de pits, ¿usted cree que esta combinación nos permita llegar al podio? A como vamos pareciera que en lugar de escuchar el himno nacional mexicano al final de la carrera, escucharemos la canción de Alicia Villarreal: “Te quedó grande la yegua”. No cabe duda que el SAT no ha estado a la altura y hasta el momento ha quedado mucho a deber.

Hugo René Ortiz (2023, 14 de Septiembre), Hugo René: Nearshoring y la Carta Porte. https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/2023/09/14/hugo-rene-nearshoring-y-la-carta-porte/

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